A las 7 de la mañana ya estaba Héder en planta, con las cosas preparadas y a punto para empezar el día, antes no podía faltar la fuente de energía, así que como cada mañana antes de partir, un buen desayuno.
El día le depara muchas sorpresas, unos paisajes de ensueño, si hasta ahora nos ha parecido todo precioso, aun queda para seguir sorprendiendonos.
El recorrido de hoy tiene mucha bajada.
Las tres primeras horas de la mañana, se deja llevar por un carril bici, asombra las señales para los carriles bici.
Estas tres tomas me gustan mucho, Hélder siempre es muy atento cuando paseamos por el campo, es capaz de presta atención y ver la belleza de una florecilla , y en estas tres tomas ha sabido situarlas para que tomaran un protagonismo principal dentro de este entorno tan bonito.
Aquí otra flor de la zona, y abajo nuestra amiga viajera, fiel compañera de este viaje, vestida con sus mejores galas, posando en un fondo inmejorable.
Después de disfrutar de unas vistas preciosas, hay que ir pensando en ir terminando la ruta y por supuesto ir planteando la del día siguiente.
Deja Suiza a un lado para volver a Italia, ya volverá a Suiza en un par de dias....
Bajando entre pueblos
ahora lo que queda es llanear bordeando el lago.
La amenaza no tarda en convertirse en realidad, Comienza a llover, y mucho.
Hacemos una pequeña parada para ponernos un impermeable, aparte de proteger el equipaje.
Llega a Menaggio, los hoteles son muy caros, aunque buscando encuentra un hostel, donde hay bastante gente joven que también se encuentra viajando.
Por 20 € habitación compartida, no se puede pedir mas, una buena ducha, comida y a dormir.
La ruta de hoy ha sido 109km, ya estamos a mitad de la gran ruta.
Con esta imagen de la vista desde el hostel a la tarde noche, nos despedimos hasta mañana
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